jueves, 30 de abril de 2009

Constancia Pública Plenaria del Senado de la República martes abril 28 de 2009

Quiero expresar mi mayor solidaridad y consideración con el escritor y periodista vallecaucano Gustavo Álvarez Gardeazabal, víctima hace pocos días, de un asalto a su lugar de residencia, en la cual le fueron sustraídas importantes archivos y datos de su computador personal y teléfonos celulares. El hecho intimidatorio compromete no solo la integridad y la vida del escritor, sino que además se convierte en una clara agresión a su papel como periodista en el ejercicio profesional del derecho a la información y la libertad de prensa. Lamentablemente estos hechos no son aislados sino una confirmación dramática de la falta de garantías para el ejercicio de las anteriores en el país. En la Comisión de Derechos Humanos del Senado, hemos venido registrando de forma permanente, la agresión e intimidación permanente de la que son objeto, centenares de periodistas y medios de comunicación en Colombia, por parte de operativos encubiertos, que actúan de la misma manera que lo sucedido con Gustavo Álvarez Gardeazabal, y que en no pocas ocasiones trascienden hacia el desplazamiento, las amenazas de muerte y los atentados en contra de sus víctimas. En este mismo sentido, se ha actuado en el último período, en contra de defensores de derechos humanos, activistas sociales, líderes populares y sindicales, en un clima general de intimidación y terror, que hoy impera en Colombia. En un estado de cosas, que no solamente no ha logrado controlar el Gobierno Nacional, sino que en muchas ocasiones, ha contado con la anuencia, colaboración, participación y planeación de servidores públicos desde estrategias y planes criminales orquestados, desde las más altas esferas del poder público y la conducción del Estado desde el Gobierno Nacional. En este sentido, las mediocres explicaciones de los altos mandos militares, por la presencia de un vehículo y hombres adscritos al Ejército Nacional en inmediaciones del lugar donde se produjo el asalto a Gardeazabal, son el peor presagio, de la posible existencia de una conspiración criminal en contra del mencionado, en los organismos de inteligencia militar y con la orientación del Gobierno Nacional. Ante la impotencia que se desprende de estos lamentables y graves incidentes, solo queda reafirmar mi solidaridad con Gustavo Álvarez Gardeazabal y en su nombre con todos los periodistas y medios de comunicación perseguidos en Colombia, sea por el terror oficial o por otros motivos.



HS. Alexander López Maya

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